Cuando me he acercado esta mañana a ver como iban las obras de restauración de Puerta Pilar, he comprobado que los árboles que la tapan continúan en su sitio. Parece ser que éstos no impiden su contemplación y no están lo suficientemente cerca como para afectar a su cimentación. Por favor, hasta cuando vamos a estar tapando nuestros monumentos.
Y por si fuera poco, tampoco han eliminado los armarios eléctricos de su lateral. Porque tampoco afean el monumento.
No encuentro calificativo oportuno para los responsables del Patrimonio.