Me temo que el sospechoso parón biológico que alegaban los responsables de la obra del Guadiana no tenía que ver mucho con la sensibilidad hacia los peces y las aves que pueblan las riberas de nuestro río. Evidentemente hay un transfondo de tipo financiero que no nos han querido explicar como viene siendo habitual por estos lares. Y sería muy triste que todo se quede en talar árboles y esplanar orillas sin más. Pero más me entristece que apenas se oigan voces pidiendo explicaciones a tan deplorable situación. Una vez más hacemos alarde de nuestro conformismo endémico.
Totalmente de acuerdo con tu última frase....
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