Lo que muestra la imagen no es otra cosa que el final del carril bici en la avenida de Elvas. Aparte del estado lamentable, más parece una vereda que otra cosa, esta vía para ciclistas llega a una verja y no tiene continuidad alguna. Ya que los que diseñaron tan singular vía no respetaron su trazado hasta la frontera como estaba prometido, podían por lo menos advertir que este carril no conduce a parte alguna y evitar sorpresas a los afanados ciclistas. El testigo lo podía coger la Universidad y darle continuidad a este carril dentro del campus, creando un anillo interior y de paso promocionaba el uso de la bicicleta entre los universitarios.
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