Al pie de nuestra torre de Espantaperros se encuentra uno de los jardines más exóticos y bien cuidados de nuestra ciudad que toma el nombre del edificio anexo al mismo La Galera. Desde los años 40 que se construyeron hasta hoy han sido un lugar de recreo y esparcimiento pasando por épocas de esplendor y años de ostracismo que incluso provocaron su cierre. En 2007 se replantean y se redistribuyen los espacios albergando incluso un pequeño escenario para actos culturales y protocolarios, reabriendose al público. Con un entorno lleno de historia y con gran cantidad de restos arquitectónicos sus vistas hacia el guadiana en los atardeceres de otoño son envidiables.
La próxima vez que vaya a casa iré....parece increíble pero no los he visitado nunca!!
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