Víctima del parón inmobiliario la Pilara surgió en el peor momento. Situada sobre unos pequeños cerros las vistas que se tienen desde su puntos más altos son espectaculares. A pesar de que hay viviendas ocupadas y bloques en construcción la sensación de soledad y falta de vida en el conjunto del barrio es más que evidente. Habrá que esperar a que finalicen las promociones en construcción pero sobre este barrio, como sobre Cerro Gordo, planea sobre su destino la fatalidad de una crisis que cercena su desarrollo normal en los próximos años. Esperemos que no sea así y se ocupen sus viviendas cubriendo de vida y actividad los bonitos jardines que adornan sus empinadas calles y avenidas.
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