Levantada a finales del siglo XVII tuvo gran relevancia hasta que se abrió la brecha en el lienzo de muralla colindante en los años 30, prueba de su importancia es el escudo de los Austrias que corona su parte exterior. Después sufrió los avatares del tiempo y de las crecidas de nuestros rios dejándola en un estado bastante lamentable hasta hace poco que fué restaurada. Por suerte hoy ofrece otra imagen y a pesar de la simplicidad de sus lineas y elementos arquitectónicos no deja de ser un elemento que forma parte de nuestra historia que debemos preservar y cuidar. Es de esperar que no sufra los ataques de los energúmenos y podamos seguir contemplándola durante mucho tiempo en todo su esplendor.
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