Con esta frase se despachó nuestro responsable de parques y jardines a la pregunta del estado de las coníferas después del hormigonado de nuestra plaza de Minayo. Por bastante menos en cualquier ciudad del mundo occidental le hubiera costado el puesto, pero aquí que somos el otro mundo, pues vale hasta la tomadura de pelo porque al fin y al cabo lo ha dicho uno que está en el ayuntamiento. Mis conocimientos de botánica se limitan a los que recibí en mi bachillerato, pero creo que el problema de los abetos de la plaza de Minayo de casi cien años no es ni de riego ni de abono. Pero tranquilos que aquí no pasa nada, al fin y al cabo todavía quedan varios ejemplares en la ciudad para seguir haciendo pruebas de ahogamiento por cementado.
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Fin de la historia
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Tienes toda la razón. Por un lado se cuidan los jardines, por otro se cementan los parques, No todas las especies soportan ni las palizas en sus raices, ni que estas esten "ormigonadas", son plantas, solo eso, si las queremos tenemos que darles su sitio o ponemos fotos, así estaran en flor todo el año.
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