Con un sabor decimonónico, de los que quedan pocos rincones en nuestra ciudad, el último que desapareció fue la plaza de Minayo, la plaza de Cervantes se mantiene en el tiempo con ese encanto que la hace diferente a las demás. Hasta finales de los 80 estuvo llena de vida y actividad, hasta que se tocó arrebato y las hordas postmodernas conquistaron los huertos de los Glacis, que hoy llamamos Valdepasillas. Por suerte la casa Puebla y el empedrado portugués de 1888 todavía se pueden contemplar a pesar del olvido y cierto abandono en que ha estado inmersa en los últimos años. Hoy parece que ha recobrado cierta vida, y ya no forma parte del Badajoz fantasmagórico que se adueño del casco antiguo.
martes, 21 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Badajoz y la Aviación
Hoy, festividad de la Virgen de Loreto Patrona de la Aviación, voy a relatar la conexión de nuestra ciudad con el mundo de la aeronáutica,...
-
En la calle San Juan 29 existe esta enigmática vivienda que sus ventanas fueron ampliadas con forma de escaparate. En los últimos años h...
-
Hoy, festividad de la Virgen de Loreto Patrona de la Aviación, voy a relatar la conexión de nuestra ciudad con el mundo de la aeronáutica,...
-
El primer germen de estudios agrícolas en Extremadura datan de 1819, dado que una de las 6 Cátedras creadas por la Real Orden en ese año cor...
Me encanta esta plaza! tiene mucho sabor!
ResponderEliminar