Subiendo desde la plaza de la Soledad hacia la plaza de San José por San Pedro de Alcántara nos encontramos con este panorama. Las ruinas están valladas pero la imagen que se contempla desde la calle es desoladora. Una de las calles de acceso natural a las zonas más visitadas de nuestra ciudad, no puede presentar esta imagen tan desoladora a los visitantes y turistas que la recorren. Estoy seguro que al visitante de nuestra ciudad recordará con más fuerza impactante esta imagen, a la que pueda recordar desde lo alto de nuestra alcazaba. Seguimos sin cuidar esos detalles que son los que distinguen a las ciudades que miman su patrimonio y las que lo ignoran o lo desprecian con actitudes como la que tratamos. Queda mucho por recorrer y por desgracia no veo ese cambio de sensibilidad de nuestras autoridades para con nuestro patrimonio que nuestra ciudad necesita imperiosamente.
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