Después de casi 45 años de historia nuestro coso taurino continúa prácticamente igual que cuando se construyó. Los alrededores continúan sin urbanizar, puertas y accesos permanecen tal cual desde entonces, humedades y decoloraciones del ladrillo visto afean sus paredes externas siendo su aspecto general de desidia y abandono. Parece ser que en nuestras Ferias de San Juán va ver un cartel de mucho lustre por lo que la afluencia de aficionados va a ser masiva a nuestra ciudad. Sería una oportunidad única para adecentar nuestra plaza de toros y a la vez mejorar de cara a los visitantes la imagen de nuestra ciudad, que no goza por cierto de muy buena fama.
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