domingo, 6 de octubre de 2013

PREMONICIÓN

ninguna parteCuando nos dirigimos hacia el nuevo barrio de La Pilara  llegamos a una amplia rotonda y sorprendentemente la primera salida que nos encontramos es un vial, abierto al tráfico, que termina en un talud de tierra. Parece que los que diseñaron el nuevo barrio ya tenían una premonición sobre el futuro de la nueva urbanización. Inacabada y sin futuro es la sensación que transmite este nuevo barrio. Viviendas sin terminar y una carencia absoluta de servicios y negocios de primera necesidad desaniman a los más optimistas. De nuevo el que nos vendió la burra, administraciones y promotores, desaparecen cuando más se les reclama.

 

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