Desde la Ronda de Circunvalación justo donde se entroncan la Alcazaba y la Muralla Abaluartada se encuentra casi tapado por la vegetación, que impide ver la muralla, un centro de transformación que emerge desde la muralla.
En la ladera de la Alcazaba justo enfrente a la Ronda Norte, podemos apreciar la figura esbelta de un viejo transformador que afea el entorno.
Dos claros ejemplos del desprecio a nuestro Patrimonio por parte de los que tienen que velar por el mismo. Las leyes que que regulan el mantenimiento y puesta en valor del Patrimonio son muy claras en cuanto a los elementos que perturben o impidan la contemplación de un monumento.
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