viernes, 16 de diciembre de 2022

Barrios olvidados


 Las 800

  La barriada de Santa Engracia se inauguró en 1964 para durar una década. Más conocidas por las 800, aunque realmente son 802 viviendas, fue construido hace más de 60 años como una UVA, es decir, casas temporales hasta que se urbanizase la zona. Sus calles siguen estando prácticamente igual que cuando se hicieron; empinadas, llenas de desniveles y escalones, aceras en mal estado , alumbrado deficiente y muchas carencias de un barrio que se creó para salir del paso momentáneamente y que esa interinidad se ha alargado más de 60 años. Las construcciones temporales, sin embargo, se convirtieron en definitivas porque los inquilinos las adecentaron, mientras que las calles siguen siendo cuestas de hormigón llenas de obstáculos.

Hace tres años, con  la mediación de Apamex, se llevó a cabo un proyecto piloto en el barrio para hacerlo más accesible, pero el proyecto solo llegó a 25 metros de la calle Águila. Mientras tanto, personas ancianas del barrio están atrapadas en sus casas, pues su escasa movilidad les impide pasear por las continuas trampas que tienen sus calles. 

Todo parece indicar que no hay ningún proyecto para cambiar esta situación, ni siquiera un brindis al sol en periodo preelectoral. Lamentable.




Las 500


El Polígono de García Martín, más conocido como las 500 viviendas de San Roque, fue construido por el Ayuntamiento y las entregó el 1 de mayo de 1971. Con solo su calle principal asfaltada y sin definir las competencias y los servicios del nuevo barrio. Sus moradores llevan años pidiendo poder acceder a servicios que el consistorio les niega porque las zonas comunes no son de su propiedad, sino que pertenecen a las comunidades de vecinos. 
Habría que recordar a nuestro Ayuntamiento que hay mucha similitud de este caso con el de las viviendas de Santa Marina y las llamadas Grupos de José Antonio, pero es evidente que no han recibido el mismo trato. Así mismo, tendríamos que recordarle su celo en hacer cumplir la ley a las promotoras antes de edificar las viviendas, que para si mismo ha olvidado. 
Después de 50 años todo sigue igual; farolas oxidadas, aceras de cemento, barro, suciedad y lo propio de algo que no se ha tocado durante tanto tiempo. Me imagino que los vecinos de este barrio pagaran sus impuestos y no se porque reciben este trato. Claro, no están al lado del Corte Inglés.





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