Lejos quedan aquellos años del final del siglo pasado que nuestra ciudad se llenaba de portugueses y ciudadanos de nuestra región para hacer sus compras. El plan Urban de recuperación de nuestro Casco Histórico potenció el comercio y la economía en general de nuestra ciudad. Eran tiempos de bonanza que aprovechaba la afluencia de visitantes para generar riqueza en todos los ámbitos de Badajoz, hasta que en 2008 estalló la crisis. Y soterradamente se estaba gestionando la puntilla del comercio pacense, el Centro Comercial el Faro.
"El comercio en Badajoz dio un giro importante con la apertura del centro comercial El Faro, justo hace 12 años, el 14 de septiembre de 2012. El más grande de Extremadura. Con 66.000 metros cuadrados de superficie comercial y más de un centenar de tiendas de marcas nacionales e internacionales".
Es evidente que este centro comercial nos pone en el mapa del sudoeste ibérico como referente, pero lamentablente casi a espaldas de la ciudad. De capital foráneo y lleno de franquicias nacionales e internacionales sus réditos se van fuera y aquí nos dejan casi las migajas del beneficio.
Ya no entran los lusos a la ciudad ni los paisanos extremeños que lo hacen por la A-5. Las consecuencias todos las sabemos. Y por si fuera poco el COVID hace el resto, la venta online llega para no irse.
A nuestro decadente centro comercial de Menacho y zona centro le queda especializarse y ofrecer un producto muy específico y atractivo. Renovarse o morir. Tarea difícil.