Al final de la calle Díaz Brito nos encontramos desde ya diez días con esta trampa. Aqualia la empresa, amparada por nuestro ayuntamiento, responsable en nuestra ciudad de inundaciones, roturas, socavones y zanjas, parece dispuesta a probar nuestra paciencia ante las adversidades. Con la bici de carreras me tuve que apear pues sino el porrazo hubiera sido de circo, en moto hay que parar literalmente para no tener que cambiar la cubierta y no caerte y en coche más de lo mismo. Debe de ser que ya no hay ni planchas de metal ni arena para tapar la zanja hasta que se asfalte. Nuevo ejemplo de un ayuntamiento que vive de espaldas a los ciudadanos, importándole bien poco su comodidad y su bienestar.
lunes, 12 de marzo de 2012
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