Antiguamente el suministro de carne a las poblaciones estaba reglamentado por las Ordenanzas Municipales de cada localidad. Se regulaban los lugares y condiciones para el sacrificio de las animales, operación ésta que debía realizarse en los llamados rastros, tenerías o mataderos. En Badajoz el matadero de animales para el aprovisionamiento de carnes a la ciudad, que era vendida antiguamente en puestos al aire libre, se llamaba “rastro”, y estaba en la confluencia de las calles San Juan, con la de Concepción, Soto Mancera y el Brocense, edificio que fue derribado para la construcción a partir de 1770 del Convento de San Gabriel, actual Iglesia de la Concepción. Se propuso entonces un edificio que servía de Corral de Comedias en la calle Donoso cortés, pero fue desestimado.
Por ello las carnicerías Reales, que ya habían conocido distintas ubicaciones, se trasladaron a un nuevo edificio construido al efecto en la calle Felipe Checa, hoy Luis Braille, en el año 1767. En ella destacan los patios, arcos y bóvedas de sus amplias dependencias, así como los pozos que surtían del agua necesaria al matadero.
Exteriormente se conserva la bella portada labrada en piedra con el escudo de Badajoz y la fecha de 1768 en el que probablemente finalizaron las obras.
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