Esta entrada la escribí hace varios años. Recientemente un amigo me ha preguntado por la historia de la calle y por este motivo creo que merece la pena recuperarla. Muchos de los que vivieron su niñez en los alrededores de San Andrés, yo entre ellos, la recordaran con cariño. No había día que pasáramos junto a la piedra y no saltáramos con increíble habilidad.
Bajando desde la Plaza de España hacia San Andrés por la Calle de San Blas, en el último tramo, nos encontramos a nuestra derecha la calle Cristóbal Oudrid. Ilustre músico badajocense de principios de S. XIX, pianista, compositor y director, afamado en su época por las zarzuelas que compuso. A principios del Siglo XX ante el peligro que suponía para los viandantes cruzarse con los carruajes, por la estrechez de la calle, se decidió impedir el paso de los mismos colocando una piedra en el inicio de la calle. Es desde entonces que en la ciudad se le conoce popularmente como Calle de la Piedra. Parece ser que provenía de una cantera de mármol de Borba, y según algunos expertos podría provenir de alguna edificación antigua de origen visigodo o árabe.
En 2003 con motivo de las obras de un nuevo edificio en el lado izquierdo de la calle, se levanta de su ubicación y es trasladada a unos almacenes de Aqualia. Allí permanece hasta 2008, que tras el clamor de la vecindad por recuperarla vuelve a su ubicación original. Algunos historiadores y arqueólogos comentaron en su día la posibilidad de que se tratara de una pilastra de origen visigodo o árabe.
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