El proyecto de las carreteras nacionales radiales aparecen en la época de Carlos III para sustituir a los antiguas carreras de postas. Partían de la Puerta del Sol de Madrid, como KM 0, hasta Irún, Barcelona, Valencia, Cádiz , Badajoz y La coruña. Partiendo del norte las carreteras adoptarían el numeral siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Es a mediados del S. XIX cuando este proyecto toma la forma definitiva, con la denominación de N-1, N-2, N-3, N-4, N-5 y N- 6. En los años 40 del siglo pasado cambian la numeración ordinaria por la de números romanos. En los años 60 aparece un nuevo plan llamado REDIA. Principalmente consistió en mejorar el firme de las carreteras así como dotarlas de arcenes y señalización modernizada. (1)
A finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado las carreteras radiales se convierten en autovías y se sustituye la "N" por una "A". Pero hay tramos de las antiguas nacionales que se mantienen por diferentes motivos y se les asigna un subíndice, que en nuestro caso fue N-Va. Un batiburrillo de letras en donde nunca aparece un número al uso. Los extranjeros y los que no estaban familiarizados con los números romanos no entendían este galimatías. En 2015 cambia todo esto y la Administración opta por poner el numeral que originalmente tuvo, es decir, N-5.
En Badajoz la cosa se complica mucho más pues a principios del siglo se acomete el desdoblamiento de la carretera entre la nueva autovía A-5 que bordea por el norte la ciudad y la frontera con la denominación de BA-20.
Por suerte, algún nostálgico de Fomento decide conservar el último hito de la antigua N-V antes de la frontera, y lo realza con una pequeña plataforma de empedrado (Imagen superior). Esto no duró mucho pues se acometen las obras de acceso al centro comercial el Faro y eliminan por completo cualquier rastro de la antigua N-V.
Lamentable.
(1) Apuntes extraídos de "Las carreteras de Extremadura" de Emilio M. Arévalo Hernández.