Apareció una fosa de varios metros y se dedujo que era el pozo séptico de la cárcel. Se cercó con una valla metálica el entorno y hasta ahora.
A nadie se le ocurre dejar la boca de la fosa a cielo abierto. Es peligroso, la valla la salta un niño de pocos años y además sirve de sifón de aguas y suciedades. Al final la fosa vuelve a ser lo que fue, una cloaca. Parece ser que el panel informativo de lo que allí hay viene en diligencia. Patético.
 
 
 
 
 
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