Estos elementos defensivos de nuestra ciudad, cuya existencia es desconocida seguramente por la mayoría de los pacenses, se remontan a la época almohade y de las muchas que existieron hoy quedan cuatro en un estado bastante deficiente.
Excepto una, se encuentran en fincas privadas y su acceso es bastante complicado. A pesar de que no hay datos suficientes de su antigüedad se calcula que ya existieron entre el S. XII y XIII. Su función defensiva se utilizó hasta la guerra de la Independencia.
Atalaya de los Rostros
Es la mejor conservada de todas y se encuentra cerca del Cerro Gordo próxima a la A5 y del camino de Mérida. Tiene dos barbacanas y es de planta octogonal como la torre de Espantaperros.
Atalaya del camino de Yelbes
Situada en el campus universitario de nuestra ciudad en lo que fue el antiguo camino de Elvas, sus restos se identificaron en el año 2000. La urbanización de la zona y un muro de hormigón a su alrededor alteraron su contexto original. Se desconocen datos constructivos de la misma.
Atalaya de los Frailes
También llamada de Tres Arroyos por encontrarse cerca de esta parque, está en un cerro aproximadamente a seis kilómetros de Badajoz en dirección a la Corte en su lado izquierdo. Las encinas y la vegetación casi impiden su visión desde la carretera. Su estado es muy deficiente.
Atalaya de la Quebrada
Se encuentra dentro de la urbanización de La Atalaya en nuestra ciudad y en el interior de una parcela de la misma. Hoy no es posible observarla desde los caminos. Se construyó una edificación adosada a la misma y su planta es cuadrada y de 6 metros de altura.
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