Al otro lado de las murallas del barrio Alto que hace poco denuncié su estado de abandono y soledad, esta el parque de la Legión con las mismas miserias sin que nadie haga nada.
Fuente y arroyo sin agua, murallas agrietadas, bancos rotos, suciedad por todas partes, césped sin cortar, es decir, abandono absoluto. Que tristeza ver un parque en este estado. Las imágenes lo dicen todo. Y lo peor no es la situación, subsanable con medios económicos y querer hacerlo, sino la apatía de los responsables y la indiferencia de los ciudadanos.
A los que tuvimos la suerte de criarnos en sus alrededores, contemplar su estado actual nos llena de rabia y desencanto. En las décadas del 60 al 80 del siglo pasado fueron el patio, paseo, diversión, esparcimiento y lugar de reunión de gran parte de la ciudad. En ferias acogía bailes de las sociedades del Casino y el Club Taurino y en sus accesos había puestos de chucherías y en temporada, higos chumbos y ancas de rana.
Antonio Juez no se merecía esto.
Lleva así muuuchos añooos
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