Esta es la sensación que percibo en la mayoría de nuestra ciudadanía. No hace tanto tiempo que nuestra ciudad disfrutaba de nuestro río plenamente y era un referente de expansión y ocio para la gran mayoría de los pacenses. Playa, embarcaciones de recreo, barcas de pescadores, bares de ocasión, infinidad de pescadores, pequeños negocios de venta de pescado y hasta un artesano que construía las famosas barcas octogonales, todo ha desaparecido. Entre nuestra desidia y la falta de coraje de nuestros dirigentes hemos perdido nuestro río casi para todo y esto es lamentable. Salvo el entusiasmo del club de piraguismo y poco más, la actividad de nuestro río practicamente se reduce al pasar de sus aguas. Os imaginais que hubieran hecho en otras ciudades de nuestro país con 3 Kms. de balsa de río?. Tristísimo.